En cierta ocasión escuché a alguien por la radio afirmar “Cuando Dios hizo el mundo creó la química y la física. La matemática ya existía”. Sospecho que el autor de esta broma era un humilde matemático.
Como psicólogo tiendo a ser antropocentrista y entiendo que, en realidad, la matemática es tan sólo el lenguaje que han creado los humanos para poder describir, comprender, explicar o predecir cualquier cambio, intercambio, movimiento, transformación o evolución que se pueda dar. Y, sin duda, el universo es cambio y movimiento permanente. Matemática para los humanos.
Es por ello que, si queremos impulsar cambios, marcar direcciones, evaluar resultados o compartir objetivos debemos usar los números para que nos comprendan correctamente.
Dirigir es promover y provocar cambios y la matemática es su lenguaje imprescindible.