Estamos en la semana del clima con la celebración de una serie de actos en el marco de las Naciones Unidas y que tendrán como escenario la ciudad de Nueva York. Actos que tendrán replicas de todo tipo en millares de ciudades de todo el mundo.
Ciertamente la emergencia climática es uno de los retos principales a los que se enfrenta la humanidad. Por desgracia, no hablamos de un reto que se pueda postergar porque cada vez queda menos tiempo para que los efectos del cambio climático sean irreversibles.
Todos los ciudadanos debemos implicarnos ante ese desafío, también las empresas y cualquier otro tipo de organización. En el fondo estamos ante un reto que debe abordarse a todas las escalas posibles, la de las grandes organizaciones multilaterales, los gobiernos, las grandes compañías, pero también las empresas pequeñas y medianas, las ONGs y los ciudadanos en general.
Las empresas tienen un papel fundamental y pueden hacer mucho en neutralizar sus emisiones y en contribuir a que toda la cadena de valor en las que se hayan inmersas, haga lo propio. ¿Decidimos a qué proveedor compramos solo en base al precio y a la calidad? o, ¿incluimos también en nuestra decisión el comportamiento del proveedor en aspectos medioambientales y sociales? La respuesta parece obvia, pero ponerla en práctica no es siempre fácil.
Las razones de siempre: esto es más caro o, siempre hemos comprado de esta forma o, no conocemos muy bien a estos nuevos proveedores, nos impiden a veces que nuestra determinación provoque cambios positivos en los demás actores en la cadena de valor. El factor del liderazgo es, como siempre, fundamental. La alta dirección de cualquier empresa, con independencia del tamaño, debe representar y asentar los más altos estándares éticos y de respeto al medioambiente, no solo dentro de la propia empresa sino también los que se deriven de la cadena de valor en la que está implicada. Son esos liderazgos convencidos los que pueden vencer esas inercias.
Necesitamos liderazgos convencidos de la necesidad de implicar profundamente al mundo de la empresa en el cambio en las prácticas medioambientales en todos los sectores. Los liderazgos convencidos obran milagros y son capaces, a su vez de convencer.
Acompaña a la semana del clima, no hace falta que te manifiestes. Tan solo demuestra que eres un líder convencido y actúa en consecuencia.