En 1647, el jesuita Baltasar Gracián, escribió “Oráculo manual y arte de la prudencia”, libro que casi 400 años después de su publicación sigue siendo fuente de reflexión, sabiduría y pensamiento, para quien desee orientarse en una sociedad compleja y en crisis.
La obra permite reflexiones a partir de una lectura ordenada o, simplemente, dejarse sorprender al abrir cualquier página al azar. Hago esto último y os comparto:
- Lo fácil se ha emprender como dificultoso, y lo dificultoso como fácil. Allí porqué la confianza no descuide, aquí porqué la desconfianza no desmaye. No es menester más para que no se haga la cosa que darla por hecha; y, al contrario, la diligencia allana la imposibilidad.
- Librarse de las necesades comunes. (…)Vulgaridad es no estar contento ninguno con su suerte, aun la mayor, ni descontento de su ingenio, aunque el peor. Todos codician, con descontento de la propia, la felicidad ajena.
- No ser malo de puro bueno. Lo es el que nunca se enoja: tienen poco de personas los insensibles. No nace siempre de indolencia, sino de incapacidad.
¿Cómo puede ser que 400 años más tarde hayamos avanzado tan poco y sigan siendo válidos sus aforismos?.
Sin duda, releer los clásicos permite seguir en la vanguardia de las ideas.