Ya hace más de un año, que en este mismo blog hacíamos una reflexión sobre la importancia de tener en todo lo que gira a nuestro alrededor, una visión y dimensión que ultrapasaba el “yo” o “me”, versus el “nosotros” o “we”, y que implicaba contemplar los intereses de todos, crecientes en un mundo interdependiente.
No hay duda que los intereses personales y propios, no pueden ignorar una renovada distribución de los recursos que no incremente el ejército de personas necesitadas, ni desatender problemas derivados de la globalización, cada vez más patentes, como a título de ejemplo, el tener y mantener un planeta sostenible y habitable.
Hasta qué punto, incidimos o nos inciden en cuestiones como la distribución de la riqueza, o en las atenciones a los otros para tener un entorno mínimamente habitable, resulta imprescindible el contar con los demás. Fruto de actuaciones anteriores, sabemos mucho de problemas en los que estamos inmersos, pero muy poco sobre cómo resolverlos.
Los planteamientos y consecuentes soluciones por una nueva era, son y tienen que ser diferentes. No caigamos en el error, que tan bien caricaturizaba con su ingenio y erudición Albert Einstein, señalando que un problema que no se ha resuelto aplicando una teórica solución, no se resolverá reiterando los mismos planteamientos y acciones derivadas.
Necesitamos nuevas visiones y alternativas, nuevos puntos de vista, para conjugar el resolver los grandes problemas de nuestro entorno – por ejemplo pobreza creciente y medio ambiente habitable – incluyendo todas las coordenadas básicas de los mismos, y esto quiere decir el contemplarlo nosotros, con todos los sujetos y entes afectados o susceptibles de serlo.
Nadie se puede sustraer a esta realidad, y esto comporta a nivel personal, tener una actitud abierta, y amplitud de miras, y a nivel social o colectivo, saber unir esfuerzos (inclusive entre posturas muy diferentes), para encaminar acciones inaplazables, para tener un mejor futuro, hecho del todo imprescindible.
Es en este punto que nos pueden servir de faro de orientación, los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), que bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para el periodo 2016 – 2030, son una guía básica. Tanto a nivel personal, como de todos los rangos sociales en que nos movemos, tenemos no solo un deber, sino una imperiosa necesidad de atenderlos para sobrevivir.
Tenemos que asumirlo, con nuestro día a día, o nos haremos daño y dilapidaremos muchos recursos, y no estamos en ninguna situación, para permitirnos derrochar dinero y tiempo, ni jugar con nuestro futuro.
Ahora estamos al inicio del curso, a todas las edades tenemos sin duda el encargo de aprobar esta asignatura, que no es optativa, sino troncal y selectiva, y que no puede esperar futuras convocatorias, porque es muy probable que ya no las habrá.